Uno de los que Fredie Gambetta llama Tacneños Notables es Roberto Freyre Arias, de quien dice en su lista:
ROBERTO FREYRE. En la imprenta de su padre edita EL TACORA, que fuera empastelado, con LA VOZ DEL SUR, en 1911, por las turbas chilenas por defender la peruanidad de Tacna y Arica. Fue víctima además del saqueo de su biblioteca y agredido físicamente. Como resultado de esos abusos, falleció en Lima el 18 de octubre de 1918.
Fue Jorge Basadre, en uno de sus escritos quien hizo que me picara la curiosidad por conocer a este personaje de nuestra historia. Un subtítulo de su Infancia en Tacna* contiene la siguiente frase: “El Tacora y el heroico y olvidado Roberto Freyre.” Al leer el ensayo, uno se siente sorprendido de no haber conocido –hasta ese momento- ni siquiera el nombre de este ilustre tacneño. La última nota a ese tema fue determinante para indagar y difundir al señor Freyre. En ella se lee la queja de Basadre de que “Ninguna calle de Tacna lleva el nombre de Roberto Freyre.” Hoy en día, por lo que he buscado, este desatino parece que está superado: ya existe una calle Freyre.
No se me va a ocurrir parafrasear lo que ya otros han escrito sobre este señor; a lo mucho agregaré datos a mi expositor principal. Entonces, dele, don Jorge, ¿quién fue y que hizo Roberto Freyre?
El 18 de julio de 1911, unos ochocientos trabajadores del ferrocarril de Arica a La Paz enviados a Tacna para una manifestación nocturna, ya que en esta ciudad era imposible reunir una masa similar, asaltaron y destruyeron, durante más de cuatro horas, las imprentas que publicaban los dos diarios peruanos La Voz del Sur y El Tacora, situadas a muy pocas cuadras del cuartel de la policía.
Así cumplieron con lo anunciado en uno de los cartelones que portaban: “No queremos más panfletos, Ni más Freyres ni Barretos.” Y como si tales hazañas no fuesen suficientes, entraron al Club de la Unión, centro social donde se reunía la población de la misma nacionalidad, hicieron añicos el mobiliario y dañaron gravemente el local.
…
Don Andrés Freyre Fernández, de tanta importancia en la historia de la imprenta en Tacna, tuvo seis hijos; Andrés que fue militar con hazañas en las campañas de Tarapacá y de la Breña, Carolina, Clorinda, Ricardo, Eloísa y Roberto.
Las obras dramáticas, poéticas y narrativas de Carolina son bastante conocidas. De su matrimonio con el periodista boliviano Julio Lucas Jaimes, cónsul de su país en Tacna durante un tiempo, nació el gran poeta Ricardo Jaimes Freyre que fue, además, diplomático y estadista de notable actuación. En cambio, las poesías de Clorinda, editora de El Ramillete (1889) en la imprenta de su padre, han quedado en un nivel local. La Revista del Sur que Andrés Freyre publicara desde 1866, la cerraron los chilenos en 1880. En su reemplazo apareció desde 1882 El Tacora, cuya dirección ejercieron inicialmente el mismo Andrés y, desde 1909, su hijo Roberto Freyre Arias, nacido el 11 de mayo de 1870.
Del peruanísimo espíritu de este diario de combate inmensamente popular, hemos visto una joya: una cartulina que puede caber en el bolsillo y lleva el almanaque para 1902 a un lado y el altanero "Himno de Tacna" de Modesto Molina al otro. El Tacora tuvo, junto a una sección editorial con informaciones alentadoras sobre la reconstrucción y el progreso al Perú y críticas implacables a las autoridades de la ocupación, hirientes y jocosas letrillas que no perdonaban al Intendente, los jefes militares o a los funcionarios judiciales o administrativos. La venganza no tardó en funcionar. El 28 de noviembre de 1910, un grupo de asaltantes forzó las puertas del diario en la céntrica calle San Martín, a dos cuadras del cuartel de policía, saqueó la casa habitación de la familia Freyre y maltrató a las personas que allí se encontraban. La venerable dama Juana Arias de Freyre, que contaba ochenta y nueve años de edad y estaba enferma e imposibilitada de moverse, fue golpeada y arrastrada por el pasadizo. Los tipos y accesorios de la imprenta quedaron esparcidos por las calles vecinas y por la Alameda. Al día siguiente, hombres, mujeres y niños se dedicaron a recogerlos uno por uno y a entregarlos a Freyre. Este reconstruyó pacientemente su taller y, después de algún tiempo, El Tacora volvió con el brío de siempre a conmover a la población peruana de Tacna.
Una noche de mayo de 1911, Freyre fue asaltado en la calle por matones embozados que aprovecharon la oportuna ausencia de la policía. No faltan tampoco quienes recuerdan aún el incidente que tuvo con el juez chileno Blanlot, quien lo atacó diciéndole que le haría comer un artículo contra él aparecido en El Tacora.
De otro episodio más impresionante resultaron protagonistas tres viejas mujeres: doña Juana Arias de Freyre, su hermana Clorinda Freyre de Benavides y su hija Eloísa. Rufianes cobardes las golpearon sin misericordia. Una de ellas exclamó: "Parece que ustedes no hubiesen tenido madre" Pero con nada se arredró Roberto.
Hay un periodismo que tiene el tono de los comunicados y de las proclamas de guerra. De su texto las almibaradas antologías no se nutren. Sin embargo, en horas cruciales, cumple la misión de reconfortar, estimular y acompañar a aquellos a quienes defiende y la de enfurecer a los enemigos. Ese fue el género de campaña que, cara a cara a cotidianos peligros, hizo El Tacora. Diríase que Roberto, a su manera, quería emular los hechos de su hermano Andrés en Tarapacá y en la Breña. Mariano Lino Urqueta a su paso por Tacna en 1910 exclamó: "¡Qué zarpa de fiera herida tiene la pluma de Freyre defendiendo su tierra cautiva!".
Se jugó íntegro, como también lo hicieron los Barreto. Cuando quedó destrozada, con las más cuidadosas precauciones técnicas, la imprenta de El Tacora la misma noche del 20 de julio de 1911 en que igual atropello liquidó a la de La Voz de Sur, cree la familia Freyre que intervino una persona entendida en esos menesteres y adjudica tan dudoso honor al abogado Salvador Allende Castro.
Las mujeres de este clan viajaron inicialmente a Mollendo. En dicho puerto les tocó sufrir hostilidades pueblerinas contra los "repatriados", los "chilenos", a quienes se les echó la culpa por un incendio ocurrido entonces y porque iban a arrebatarles el pan a los nativos. Reunido al fin con los suyos, Roberto vivió, pobre y enfermo después de tantos maltratos, sin solicitar nada, sin beneficiarse con nada, pues creía que tan sólo había cumplido con su deber.
Una de las mayores alegrías que tuvo en su crepúsculo fue las interminables charlas con su hermano Andrés, ya muy anciano. Falleció en Magdalena del Mar el 18 de octubre de 1918.
No debe ser confundido El Tacora de Tacna con la publicación del mismo nombre que en 1931 editó Rómulo Vaccaro en Mollendo.
-------El atentado que sufrieron los diarios tacneños en julio de 1911 fue maquinado por el abogado chileno Salvador Allende Castro, según cree la familia Freyre. Además de las imprentas, los chilenos destrozaron el Club Unión y algunas casas del centro de la ciudad. El libro Lines in the Sand dice:
The mob stoned the homes of various Peruvians including the home of the then seven-year-old Jorge Basadre, who claimed the events of the evening remained an "indelible memory" for him.***
El hijo de este Allende, fue estudiante en el Liceo de Tacna y llegó a ser presidente de Chile.
The mob stoned the homes of various Peruvians including the home of the then seven-year-old Jorge Basadre, who claimed the events of the evening remained an "indelible memory" for him.***
El hijo de este Allende, fue estudiante en el Liceo de Tacna y llegó a ser presidente de Chile.
Como dice un artículo de Radio Uno: “Desde ese día sólo circularía en Tacna, el diario chileno "El Pacífico" reforzado por periodistas de "El Mercurio" el más importante diario de Santiago.”
Al desaparecer, primero a los sacerdotes peruanos y luego al periodismo local “el penúltimo bastión de la peruanidad”, los chilenos creían tener llano el camino para consumar la chilenización, pero “Quedaba el último bastión: la mujer tacneña” cuyo patriotismo la Historia afirma contundentemente los chilenos no pudieron extirpar.****
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*La versión de Infancia en Tacna que poseo, la única que alcanzo a leer, proviene del portal virtual de la UNJGB en donde se han compilado varios textos de y sobre nuestro Historiador. Una promoción por la cultura tacneña digna de encomio; sin embargo, es necesaria una revisión ortográfica mucho más cuidadosa de los escritos. La edición que usé para esta entrada está en http://slidesha.re/VKilCD
**Resulta increíble, pero esta imagen la hallé en la tienda de Mercadolibre.cl en su versión chilena, como puede notarse por el dominio. ¡Están rematando nuestra Historia y nadie hace nada por evitarlo! La dirección exacta ees: http://articulo.mercadolibre.cl/MLC-407034126-antiguo-diario-tacora-tacna-guerra-del-pacifico-1883-_JM
***LINES IN THE SAND. Nationalism and Identity on the Peruvian-Chilean Frontier, William E. Skuban. El copyright es del año 2007. El texto citado (p. 52) dice: La turba apedreó las casas de muchos peruanos, entre ellas, el hogar de un todavía pequeño Jorge Basadre de 7 años, quien afirmaba que lo ocurrido esa noche permanecía en él como "un recuerdo indeleble."
La edición virtual del libro en mención está en: http://bit.ly/YEXRpy
****La idea de este último párrafo viene del sitio alegriadetacna.blogspot.com
***LINES IN THE SAND. Nationalism and Identity on the Peruvian-Chilean Frontier, William E. Skuban. El copyright es del año 2007. El texto citado (p. 52) dice: La turba apedreó las casas de muchos peruanos, entre ellas, el hogar de un todavía pequeño Jorge Basadre de 7 años, quien afirmaba que lo ocurrido esa noche permanecía en él como "un recuerdo indeleble."
La edición virtual del libro en mención está en: http://bit.ly/YEXRpy
****La idea de este último párrafo viene del sitio alegriadetacna.blogspot.com